Unidad de piso pélvico
Esta unidad se encarga del diagnóstico y tratamiento de los pacientes femeninos y masculinos que sufren trastornos de incontinencia urinaria o problemas vesicales. Realiza evaluación de prolapsos urogenitales y tratamiento del dolor pélvico crónico.
Un prolapso es una condición médica en la que un órgano interno se desplaza fuera de su posición normal en el cuerpo. Esto puede ocurrir en varios órganos como la vejiga, el útero, el recto, entre otros. El prolapso puede ser causado por debilidad en los músculos y tejidos que sostienen los órganos en su lugar, y puede provocar síntomas como dolor, incomodidad y dificultad para realizar funciones normales.
Existen varios tipos de prolapso que pueden afectar diferentes órganos del cuerpo. Algunos de los tipos comunes de prolapso incluyen:
1. Prolapso uterino: En este caso, el útero se desplaza de su posición normal y puede descender hacia la vagina.
2. Prolapso de la vejiga: También conocido como cistocele, se produce cuando la vejiga se desplaza hacia la vagina.
3. Prolapso rectal: En este tipo de prolapso, el recto se desplaza hacia el canal anal.
4. Prolapso vaginal: Se refiere al desplazamiento de las paredes vaginales, que pueden sobresalir hacia afuera de la vagina.
Estos son solo algunos de los tipos de prolapso que pueden ocurrir en el cuerpo. Cada tipo de prolapso puede presentar diferentes síntomas y requerir un enfoque de tratamiento específico.
El prolapso de órganos pélvicos en la mujer es frecuente, sobre todo en aquellas con múltiples partos. Tiene indicación de tratamiento quirúrgico cuando afecta la calidad de vida.
Puede estar asociado a incontinencia urinaria y fecal. A su vez, puede provocar molestias en el ámbito sexual, causando especialmente dispareunia o dolor durante el coito. Por último, pueden sentir sensación de ocupación genital o palparse un bulto vaginal.
Existen múltiples alternativas de tratamiento, las cuales dependerán del grado de afectación, síntomas y deseo de las pacientes.
El objetivo de una intervención es reestablecer la anatomía y preservar la función urinaria y sexual.
El tratamiento para el prolapso puede variar dependiendo del tipo de prolapso, la gravedad de los síntomas y la condición de cada paciente. Algunas opciones de tratamiento para el prolapso pueden incluir:
1. Terapia física: Ejercicios de Kegel y otras terapias físicas pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar el soporte de los órganos afectados.
2. Dispositivos de soporte: En algunos casos, se pueden usar dispositivos como pesarios para proporcionar soporte a los órganos prolapsados y aliviar los síntomas.
3. Medicamentos: En casos de prolapso de la vejiga, se pueden recetar medicamentos para tratar la incontinencia urinaria asociada.
4. Cirugía: En situaciones más graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, la cirugía puede ser necesaria para corregir el prolapso y restaurar la posición normal de los órganos.
Es importante consultar a un equipo interdisciplinario de piso pélvico para evaluar el prolapso, determinar el mejor enfoque de tratamiento y recibir la atención adecuada para mejorar la calidad de vida. Cada caso de prolapso es único y requiere un plan de tratamiento personalizado.